Se imaginan que en pleno siglo XXI se usara en Sudamérica (Desde Panamá a Chile) como única moneda la “peseta PS”, y en Mesoamérica (Desde México hasta Costa Rica) la “peseta PM”. La primera con su banco central con sede en Montevideo y la segunda con su banco central con sede en México DF; pero con las reservas de ambos depositadas en un banco de Madrid. Además de tener directores con derecho a veto de nacionalidad española y con un tipo de cambio definido también en Madrid. Suena a un sueño alocado de un monárquico español; pero esa aberrante situación se mantiene hoy en día en gran parte del África.
Este es un tema que se mantiene en silencio, donde los socialdemócratas (Caviares en Perú o Izquierda fifi en México) tan afanados en campañas sobre derechos humanos “económicos y sociales” de sus ONG con financiamiento europeo o norteamericano se han quedado callados en un silencio más que cómplice, cumpliendo, eso sí, la norma de “no debe la mascota morder la mano que lo alimenta”.
Francia dejó tempranamente de ser la tierra de «Libertad, igualdad, fraternidad» (en francés: Liberté, Égalité, Fraternité) que pregonaba su revolución, y se enmarcó en gobiernos clasistas que ampliaron su política de expoliación de diversos pueblos del África y del Asia.
En pleno siglo XX tenía el segundo mayor imperio colonial del mundo. Esos gobiernos (Liberales y socialdemócratas) reprimían con fuerza cualquier movimiento revolucionario, y se unió al Franquismo español para reprimir a los republicanos españoles hasta nada menos 1977[i]. La élite francesa reconoció al gobierno de Franco ANTES que terminara la guerra civil española[ii].
Varios vergonzantes historiadores trataron de crear una leyenda de resistencia al nazismo cuando fue precisamente lo contrario. Francia firmó el 8 de diciembre de 1938 con la Alemania nazi un pacto de no agresión, que no tiene mucha publicidad por obvias razones. Y fue el principal aliado económico de Hitler hasta finalizada la guerra (Todo militar alemán iba de descanso a Francia antes de regresar a las líneas de combate). Reprimieron conjuntamente, franceses y alemanes, cualquier movimiento rebelde, la resistencia francesa al nazismo fue mínima[iii]. Fuerzas francesas colaboraron con los nazis en diversos frentes, incluyendo además a la división SS Carlomagno que se “destacó” defendiendo Berlín en sus ultimas horas como capital del III Reich. Tal fue la colaboración que la delegación alemana se sorprendió que hubiera representantes franceses cuando se rindieron definitivamente ante los aliados liderados por el general soviético Zúkhov.
Finalizada la II guerra mundial, Francia trata de restaurar su imperio colonial; pero debilitada y en un contexto de guerra fría, se pone bajo la tutela financiera y militar de Estados Unidos, cosa que se manifestará plenamente en la guerra de Indochina, donde será derrotada. Ante la resistencia armada del pueblo argelino al sistema colonial, en la escuela militar francesa de Saint-Cyr se genera la doctrina de Seguridad nacional, con sus diferentes aristas que terminaron en los métodos de tortura tan ensalzados por sus oficiales, tanto así que el general francés Paul Aussaresses, ante varios medios de comunicación admitió y defendió el uso de la tortura durante la guerra de Argelia y recomendó que esa práctica debería usarse en diversos conflictos actuales, cosa que ratificó en su libro sobre la guerra de Argelia[iv]. No está demás señalar, que esa doctrina de Seguridad Nacional fue ampliamente recogida por diversos estados Latinoamericanos para sus fuerzas armadas, y en especial Argentina, Chile, Perú y Colombia, con las consecuencias conocidas y vividas para amplios segmentos de la población de la patria grande.
Las monedas de Francia para Francia
El franco CFA es utilizado por catorce estados africanos y está vinculado económicamente a Francia, siendo usado por aproximadamente 200 millones de personas.
Después de la segunda guerra mundial, las condiciones exigieron una devaluación del franco utilizado en la Francia metropolitana, y el gobierno francés decidió crear una moneda para sus colonias que le permitiera obtener réditos por diversas vías, así, a fines de 1945 lanzó el Franco de las Colonias Francesas en África (FCFA). Con un tipo de cambio fijo definido en París[v]. Dicha moneda fue sobrevaluada a propósito, lo que condenaba a dichos países a ser primarios exportadores, así Francia era ayudada por los africanos y además accedía a materias primas en su propia moneda a precios inferiores al los del mercado internacional.
En la década del 60, cuando se inicia un proceso de “independencia”, Francia condiciona dicha “independencia” a “acuerdos de cooperación” que mantenía entre otras cosas, el sistema monetario imperante, además de bases para las fuerzas armadas galas[vi]. Varios intentos de los africanos para escapar de dichos acuerdos terminaron cruentamente[vii].
En la década de 1970, la sede del Banco de Estados de África Central (BEAC) y el Banco Central de Estados de África Occidental (BCEAO) fueron transferidos a Yaundé y Dakar, respectivamente. Hoy, el «FCFA» se refiere a dos monedas:
- El BCEAO[viii] para los estados miembros de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMAO) -Benín, Burkina Faso, Costa de Marfil, Malí, Níger, Senegal, Togo y la excolonia portuguesa Guinea-Bissau (a partir de 1997)
- El BEAC[ix], utilizado en Camerún, Chad, República Centroafricana, Gabón, Congo y la antigua colonia española de Guinea Ecuatorial (a partir de 1985).
Este sistema tiene características que lo definen como una herramienta colonial al servicio de Francia:
- La paridad fija entre el franco CFA y la moneda francesa – primero fue el franco francés y, desde 1999, el euro. Sobrevaloración que resta competividad a los usuarios del CFA.
- La libre transferencia de capital e ingresos dentro de la zona del CFA.
- La convertibilidad garantizada del franco CFA a una tasa fija, bajo potestad del Tesoro francés.
- Francia está representada en los órganos de gobierno del BCEAO y BEAC, con un derecho legal de veto. Con Macron se retiraron los funcionarios franceses, pero se mantiene la figura de un representante “independiente”.
- La obligación de depositar sus reservas de cambio en el Tesoro francés. Comenzó siendo al 100%, se redujo a 65% en 1973 y, hasta hace poco al 50%. Los registros confirman que Francia remuneró negativamente las reservas que depositan en el Tesoro francés el BCEAO y el BEAC. Esto generaba que todas las operaciones de conversión del franco CFA a otras monedas pasen a través del Tesoro francés. Estos depósitos ya no son obligatorios pero los iniciales se mantienen sin ser repatriados.
Esta situación permitía y permite que Francia pueda pagar sus importaciones de los países de la zona del franco en una moneda que controla. Así ahorra divisas (dólares principalmente) y mantiene un tipo de cambio favorable. Además, los consecuentes beneficios para las empresas francesas que operan en dicha zona, que pueden mover capitales sin ningún riesgo de cambio ni reporte al estado donde operan.
Obviamente, esta situación no sería factible sin la colaboración de “Felipillos” o cipayos locales. A los grandes importadores y a un amplio segmento la clase alta aculturada, educada en Francia y eurocentrista (como también lo son algunos socialdemócratas y liberales latinoamericanos), le permite una fácil la transferencia de recursos financieros, sin importar su origen y la rápida huida de capitales ante cualquier crisis.
Y son los propios africanos que han estado reclamando permanentemente por esta situación, de manera pionera Samir Amin y luego el senegalés Demba Moussa Dembele que publicó un famoso libro bajo el título “Sacar a África de la servidumbre monetaria”. ¿Quién se beneficia del franco CFA?«, París, La Dispute, 2016. En febrero del 2021, salió el libro: Africa’s Last Colonial Currency: The CFA Franc Story escrito por Fanny Pigeaud y Ndongo Samba Sylla, que sirve de base para el presente artículo.
En 2019, Giorgia Meloni, la actual primera ministra italiana, que puede ser tildada de todo, menos de ser de izquierda, acusó al Estado francés, que través del Franco CFA origina el empobrecimiento de las poblaciones del África subsahariana y, por tanto, provoca la migración de ellas a Europa.
Hoy en día, Francia sigue imprimiendo el franco CFA. Los bancos centrales africanos emiten órdenes para imprimir billetes y monedas como parte de un contrato con la Banque de France. Y todavia mantiene diversas bases militares en gran parte de sus ex colonias.
En el 2017 Macron, en Burkina Faso, se burló clasistamente públicamente del presidente anfitrion, ya se puede imaginar como otros franceses se comportarían con la población local, y el sentimiento de las mayorías respecto a las metrópolis europeas. Una nueva guerra de liberación africana no está lejana.
[i] Ver un buen resumen en: “Diplomacia y represión: la persecución hispano-francesa del exilio republicano, 1937-1951 (una síntesis)” de Jordi Guixé Corominas.
[ii] Acuerdo Bérard-Jordana, pacto concluido el 25 de febrero de 1939.
[iii] Las únicas fuerzas de resistencia permanente fueron las milicias comunistas que hacían principalmente guerrilla urbana en la zona sur y centro.
[iv] La Batalla de la Casbah, 2001
[v] 1 franco CFA valía 1.7 francos metropolitanos. En 1948, esta tasa se revisó aún más al alza, 1 franco CFA por 2 francos metropolitanos.
[vi] En julio de 1960, el primer ministro francés, Michel Debré, escribió a su homólogo gabonés, Léon Mba: “Otorgamos la independencia con la condición de que el Estado independiente se esfuerce por respetar los acuerdos de cooperación … Uno no va sin el otro”.
[vii] Guinea, gobernada por el sindicalista Sekou Toure, salió de la Zona Franco en 1960. Los servicios secretos franceses inundaron su economía con billetes falsos, que logró destruir la precaria economía guineana. Togo, bajo el gobierno de Sylvanus Olympio, creo el 12 de diciembre de 1962 un banco central nacional. En enero de 1963 fue asesinado por soldados togoleses entrenados en Francia. Si un país de esta comunidad deja de cumplir sus obligaciones con Francia, el país galo bloquea las reservas de divisas y cierra los bancos en el país rebelde. Esto ocurrió con Costa de Marfil durante la presidencia de Lauren Gbagbo (2000-2011). Y tambien se señala que el franco CFA fue uno de los motivos del asesinato de Muamar el Gadafi, ya que el líder de Libia quería crear una moneda panafricana basada en el dinar de oro de Libia, para sustituir al franco CFA.
[viii] https://www.bceao.int/fr/content/presentation-de-lumoa





