China es una república multiétnica y si bien los «han» son la mayoría absoluta, existen otras 55 etnias, que se reparten a lo largo y ancho de su territorio, y una de ellas es la tibetana, que se subdivide en medio centenar de tribus cada una con su propia identidad.

Las primeras civilizaciones en el Tíbet
La región del Tíbet tiene similar extensión a la que tiene la república del Perú. Ocupa la meseta del mismo nombre y su altura promedio es de 4000 metros sobre el nivel del mar; como la meseta del Collao en Perú y Bolivia. Dado el agreste clima, fue ocupada por poblaciones nómadas, organizadas en clanes, que domesticaron al yak, y vivían de esa ganadería. El yak (Bos mutus o Bos grunniens) además de animal de carga (puede llevar hasta 150 kilos por estrechos senderos), provee carne y en especial leche, de la cual se hace quesos y mantequilla que fueron la principal fuente de proteína hasta hace poco de esos pueblos, por último, el yak provee de fibras para confeccionar gruesos abrigos y mantas, especiales para la zona.
En el siglo VII de nuestra era, uno de estos clanes, liderado por Songtsen Gampo se impuso a la mayoría dada una hábil política entre las grandes civilizaciones que rodeaban la meseta del Tíbet: La China de la dinastía Tang y el Nepal de la dinastía Licchavi. Songtsen Gampo introdujo el budismo a la zona y un monje, Padmasambhava, fundó el primer templo budista. Como todo jefe de clan, Songtsen Gampo, tenía una corte itinerante, se dedicó, utilizando la fuerza de las armas, a unificar políticamente a parte de la meseta. Su sucesor, Mangsong Mangtsen, formó alianzas con los tocarios, que en esa época dominaban lo que es hoy la región autónoma Uigur de Sinkiang; y se dedicaron a saquear los reinos indios y la China tradicional, llegando a consolidar su influencia desde Siberia al golfo de Bengala. El caserío de Lhasa, sede de los principales templos, se convierte en lugar de peregrinación en una sociedad profundamente nómada. En el mundo andino, en esos años, se desarticulaban la cultura Mochica y la de Lima, afectadas por un drástico cambio climático.
Consolidación del budismo
Los diversos clanes que rondaban el Tíbet, se distribuían el territorio, donde lo más valioso eran las zonas de pastoreo, y la administración era del tipo feudal, una aristocracia dueña de todo y una gran masa de siervos, y esclavos. Otro jefe de clan: Yeshe-Ö, que dominaba la zona de Guge ubicada en el suroeste del altiplano tibetano, dejó un legado relevante para la historia del Tíbet, ya que en el año 997 establece el primer monasterio en el Tíbet, el de Tholing, donde se ubicaba la sede de su clan, al cual asigna diversos territorios y siervos para su manutención; y la novedad de un impuesto a los campesinos y a los mercaderes extranjeros para las arcas monacales. Todo ello sirvió para restar poder a una aristocracia ganadera. Paralelamente en el mundo andino florecía el imperio Wari, que duró hasta mediados del siglo XIII, época que el Tibet fue conquistado por los mongoles.
Los mongoles, organizaban la administración de todo territorio conquistado, con una garantizada libertad religiosa, adelantándose siglos a los europeos. En 1271 Kublai Kan, funda la dinastía Yuan en China, y establece su capital la ciudad de Janbalic o Dadu, hoy Beijín o Pekín. Durante la dominación mongola, los monasterios pierden poder y los clanes recuperan privilegios. Los mongoles de la dinastía yuan son expulsados de China un siglo después y se organizan en una confederación: los yuan del norte, y en sus conflictos con la dinastía china Ming, el Tíbet es un territorio en constante disputa.
Aparición de los Dalai lama e Incorporación a China
Un kan mongol, Altan o Anda, luego de sendas incursiones en territorio Ming, firma un tratado de paz con los Ming en 1571, y ese mismo año invita a Mongolia al monje budista Sonam Gyatso, líder de la escuela Gelug, una de las cuatro escuelas principales del budismo tibetano. Altan se convirtió al budismo tibetano y declaró esta religión oficial en su territorio. Sonem Gyatso predicaba que Altan era la reencarnación del gran Kublai Kan, en contraprestación por ese servicio, Altan le otorgó el título de “Dalái lama” (océano de sabiduría en mongol). Paralelamente, el flamante “Dalai Lama” utilizó en el Tíbet, las fuerzas de Altan para reducir o eliminar a los monjes de las otras escuelas budistas y clanes rebeldes. Curiosamente el nieto de Altan sucedió a Sonem Gyatso como Dalai Lama. Se inicia así la gestión política en el Tíbet los denominados Dalai lama.
Güshi, otro kan mongol, penetra en 1640 en el Tíbet central a sangre y fuego, y luego de dos años instala a un nuevo Dalái Lama, Ngawang Lobsang Gyatso. Güshi se proclamó “Kan de los tibetanos” y se estableció en Lhasa. Manteniendo el poder militar en sus manos, dejó al Dalái Lama como administrador el país, el cual se apoyaba en los monasterios y en las cabezas de los clanes. Este kanato, conocido como Kanato de Khoshut, perduró hasta 1717, cuando los manchúes de la dinastía china Qing incorporaron el resto del Tíbet al imperio chino. Es decir, el Tíbet se incorpora a China cuando no existían ni Estados Unidos, Alemania, Italia, y ninguna de las repúblicas Latinoamericanas. Hasta ese año, el virreinato del Perú abarcaba desde Panamá hasta el estrecho de Magallanes.
La dinastía Qing estableció un gobierno chino sobre el Tíbet después de derrotar a los zúngaros (una confederación de varias tribus oirate) en 1720. El gobierno de Qing duró hasta la caída de la dinastía en 1912. Los gobernantes manchúes de Qing apoyaron al budismo tibetano, restituyeron los privilegios del Dalai Lama a cambio de tributos. Sin embargo, en 1750, una revuelta de clanes en Lhasa expulsó al Dalái lama de la ciudad y amenazó con desestabilizar el Tíbet. El emperador Qianlong sofocó cruentamente la revuelta y reinstauró al Dalái lama como gobernante nominal, bajo supervisión directa de un gobernador residente (Amban) y colocó una guarnición permanente de tropas imperiales.
Los ingleses a través de la “Compañía Británica de las Indias Orientales” intervinieron en el Tíbet, financiando a los gurja nepalíes en 1788. Los gurjas tomaron Lhasa, y expulsaron al amban chino y al Dalái lama; y se retiraron previo acuerdo de un tributo. Cuando en 1791 no se pagó el tributo, los gurjas volvieron a invadir, saquearon el famoso monasterio de Tashilhunpo, y China reaccionó mandando más tropas y ocupó inclusive la capital del reino gurja, Katmandú, convirtiendo a Nepal en un estado vasallo de China, que aceptó enviar un tributo anual a Pekín; una de las condiciones chinas fue la de prohibir que Nepal mantuviera relaciones diplomáticas o comerciales con los británicos y los rusos. El Tibet y Nepal se mantuvieron en un completo aislamiento hasta principios del siglo XX. Los ingleses volvieron a intervenir, explícitamente esta vez, e invadieron esta parte de China con tropas indias. El Dalai Lama se refugió en 1913 en el dominio británico de la India cuando los Qing pusieron mayor control sobre el Tíbet.
Autonomía de facto
Tras la caída de la dinastía Qing, la milicia aristocrática atacó por sorpresa a la guarnición Qing en el Tíbet y sus funcionarios en Lhasa fueron obligados a firmar el «Acuerdo de los Tres Puntos«, donde se establecía la rendición y expulsión de las fuerzas Qing del Tíbet central.
La China entraba en un periodo de guerra civil y los ingleses aprovechando esa debilidad, promovieron en 1913 la conferencia de Shimla (ciudad en la India actual) entre el Reino Unido, el Tíbet y la República de China. Los británicos intentaron dividir el Tíbet en dos: un Tíbet Exterior y otro Interior, uno autónoma bajo soberanía china y otro bajo la administración del Dalai Lama y ellos como mentores. Pekín rechazó el intento.
El británico Henry McMahon diseñó entonces la frontera del Tíbet y la India británica a lo que se conoce como la Línea McMahon, que agregaba 9000 kilómetros cuadrados de territorio tradicional tibetano a la colonia británica de la India. Entre 1938 y 1941 (inicio de la II guerra mundial) fuerzas británicas ingresaban a zonas tradicionales tibetanas, sin mayor resistencia. Este accionar inglés sienta las bases para el conflicto chino-india de 1962 y las divergencias fronterizas entre China y la India, que persisten en la actualidad.

Las huestes del Dalai Lama nunca pudieron controlar el Tíbet por completo, dominado todo el norte por señores de la guerra musulmanes. Los ejércitos del Dalai Lama trataron de imponer su control, pero fueron derrotados en numerosas ocasiones, provocando nuevas áreas en manos de aristócratas locales. Los británicos fueron los intermediarios entre la república china y el gobierno del Dalai Lama hasta 1934. Mientras tanto, la mayoría de la población vivía en condición de servidumbre al margen de las disputas entre la aristocracia y los monasterios, o de las guerras entre clanes y la intervención de los señores de la guerra.
¿Cómo vivía la población tibetana?
La aristocracia tibetana era pequeña, de donde provenían los monjes que gobernaban los monasterios. En esta teocracia, unos 626 lamas budistas controlaban el 98% de las tierras. Los monasterios se mantenían con la explotación de sus amplias propiedades gracias al trabajo gratuito de sus siervos, y por los tributos que imponían a los pobladores en las zonas de su jurisdicción. Toda acción relevante necesitaba del permiso del monasterio local, existiendo tarifas para su autorización, desde la siembra de árboles hasta para contraer matrimonio.
La mutilización y la tortura eran sanciones comunes para los que violaban la ley feudal de los Dalai lama, cosa que se repetía en otras sociedades budistas. Multitud de amuletos hechos con extremidades amputadas, piel o cráneos eran ofrendados a los templos.
La posición de la mujer era extrema, “kimen” o mujer en tibetano significa: «nacido inferior«. Su subordinación explícita impedía que incluso mirara de frente, y obviamente instruirse.
Además de los esclavos, la absoluta mayoría de la población tibetana vivía como siervo, sin derechos y sin posibilidad de recibir algún beneficio como los esclavos. En un país sin vías de comunicación, salvo senderos para pastores, el Dalai lama vivía en el palacio Potala, de 1000 habitaciones y 14 pisos.
El monasterio de Drepang, tenía bajo su control el latifundio más grande del mundo, que incluía 25000 esclavos, 300 campos de pastoreo y 16000 familias de pastores a su servicio. Con regularidad, un hijo de una familia campesina era entregado al monasterio para ser monje, sin posibilidad real de ascenso dado que no pertenecía a la aristocracia. Dicha entrega era de por vida, y era común que dichos jóvenes fueran sexualmente atacados. Los siervos, al igual que en la Europa feudal, tenían la obligación de hacer trabajo gratuito en las propiedades de los monasterios. Los siervos que no podían encontrar trabajo pagaban impuestos por estar desempleado, y si viajaban a otra aldea en busca de trabajo, pagaban también un impuesto de paso. Cuando no podía pagar, los monasterios prestaban dinero a un interés del 20% al 50% por ciento. Las deudas se transmitían de padre a hijo y los que no podían cumplir con sus obligaciones pasaban a ser esclavos.
Obviamente para mantener dicho orden, un ejército era necesario, cuyo jefe administraba una hacienda de 4000 kilómetros cuadrados, con unos 3500 esclavos.
El criminal nazi Heinrich Harrer, miembro de las SS, fue protegido por el Dalai Lama, e incluso una película norteamericana ensalza su conducta.
El regreso a China o liberación del Tíbet
En octubre de 1949 el Ejército Popular de Liberación (EPL) del Partido Comunista Chino, vence a los nacionalistas del Kuomintang, y se proclama la República Popular de China (RPC). Pasado un año, el EPL vence al ejército del Tíbet, y se vuelve a integrar al Tíbet en la China. El gobierno de la RPC instaura en entonces un proceso de cambios en la propiedad consolidado con una amplia reforma social, esta situación afectó a los grandes terratenientes y aristocracia local. Se liberaron más de un millón de personas en situación de esclavitud.
Estados Unidos implementó el “Programa tibetano de la CIA” con el objetivo de “mantener vivo el concepto político de un Tíbet autónomo”; para ello, instaló tres subprogramas:
• ST CIRCUS : nombre encubierto para el entrenamiento de guerrillas tibetanas en la isla de Saipan y en Camp Hale en Colorado.
• ST BARNUM : nombre encubierto para el transporte aéreo de agentes de la CIA, suministros militares y equipo de apoyo al Tíbet.
• ST BAILEY —Título de portada para la campaña de propaganda clasificada.
Norteamericanos, ingleses y ex terratenientes promovieron una rebelión que en 1956 llegó hasta Lhasa; las acciones más violentas se desarrollaron en 1959, año en el cual el EPL tuvo que intervenir directamente. El XIV Dalái Lama y los principales terratenientes se refugiaron en la India. El proceso de reformas se profundizó y se entregaron tierras a los antiguos esclavos y siervos.
La CIA siguió financiando guerrillas hasta 1972. Luego del acuerdo Chino-Estados Unidos; la CIA entregó un bono de 10000 rupias indias a cada uno de los 1500 milicianos entrenados para comprar tierras en India o abrir un negocio.
Paralelamente el Dalai Lama recibía una asignación permanente del gobierno norteamericano para mantener su “gobierno en el exilio”.
El Dalai Lama fue amigo de Shoko Asahara, terrorista japonés que atacó el metro de Tokio con más de 600 víctimas. Y también fue colaborador de Bruno Beger, capitán de las SS que visitó el Tíbet para medir cráneos de tibetanos en un estudio comparado con cráneos judíos.
También publica su amistad con Miguel Serrano, conspicuo nazi chileno, y solicitó en abril de 1999 la liberación de Pinochet. Como buen “pacifista”, el 2017 comentó que su sueño era que la sede de la OTAN se traslade a Moscú.
Como no podría ser de otra manera, recibió premios de occidente hasta su ultima aparición en público donde besa a un niño en la boca.
Conclusiones
- En el Tíbet, hasta antes de 1950, la mayoría de la población vivía en condición de servidumbre o esclavitud; y sin acceso a derechos.
- Un conjunto de privilegiados impedía la movilidad social dado el restringido acceso a la educación, tributos confiscantes y normas excluyentes.
- No hubo grandes periodos de paz, fue terreno de amplias y sangrientas disputas entre las tribus locales e intervenciones foráneas. Recién con la eliminación de las guerrillas financiadas por los anglosajones, se vive un periodo de paz y acceso a derechos.
- Los lamas y el Dalai lama fueron la cúspide de una sociedad profundamente excluyente, donde la mujer campesina estaba en la base de la pirámide.
- El Dalai lama, representa los rezagos de una teocracia que sobrevivía sobre la miseria de millones de seres humanos y mantenía prácticas aberrantes.
- Que occidente trate de romantizar esta estructura feudal, a través de múltiples acciones y campañas de ONG y producciones cinematográficas, solo es una herramienta de mercadeo para seguir manteniendo su cada vez precaria hegemonía.