Está probado que la masturbación sexual tiene múltiples beneficios: La liberación de cortisol refuerza el sistema inmunológico y la de endorfinas en el torrente sanguíneo reduce la depresión. Es decir, la liberación hormonal en la eyaculación, unida a la liberación de tensión, mejora el estado de ánimo y reduce el stress, favorece la relajación, incluso, dicen que puede prevenir distintas patologías como la diabetes tipo II.
Sin embargo, a la fecha no está probado que la autosatisfacción académica tenga algo de positivo (socialmente hablando, claro está).
La “academia” en economía tanto la de la metrópoli (léase los Estados Unidos y algunos de sus socios) como la de las neocolonias (léase Perú o Chipre o Grecia o similares) tiende a autocomplacerse sistemáticamente. En Lima, Perú, una sociedad terriblemente clasista, excluyente y “huachafa” (a la par de reprimida, donde algunos pueden sentirse incómodos por el titulo de este escrito más no por la grosera violación de sus derechos), el IEP y el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), promueven y participan de premios entre sus propios miembros y socios. Por ejemplo el año pasado, con un jurado de sus propios amigos y socios, Julio Cotler «ganó» el Premio Southern Perú a la «Creatividad Humana» (El premio consta además de una asignación económica de 20 mil dólares y una medalla con la efigie de un aristócrata de derecha peruano).
En la foto, el Gerente de la Southern Perú, Salomón Lerner y Julio Cotler.
En el primer mundo también se hace lo mismo, pero con más mercadeo y asignaciones más suculentas. El más publicitado de todos y de mayor influencia es el Premio Sveriges Riksbank en Ciencias económicas, o lo que la gente común conoce como “el premio nobel en economía”, galardón otorgado en realidad por el Banco Central sueco. Obviamente, el banco jamás galadornará a un investigador que contradiga lo que ellos defienden; y se espera que sean economistas neoliberales los que administren dicha premiación. El señor Assar Lindbeck, muy ligado a la Escuela de Chicago estuvo a cargo del premio durante casi tres décadas. Corolario: El “premio nobel” en economía no existe, lo que hay es un honor de un banco a economistas que traten de justificar lo que se espera que justifiquen.
Por ahí, algún despistado medio informado, dirá: “Stiglitz, en su libro: El malestar en la Globalización, ataca fuertemente al Banco Mundial”; si pues, ataca a la institución donde laboró pero sigue siendo un militante partidario del capitalismo simple y “salvaje”. Y que sea “heterodoxo” no significa ser más social ni mucho más.
Desde hace unos años las teorías del neoliberalismo “ortodoxo” y la totalidad de sus dogmas, no sólo resultan indefendibles epistemológicamente; sino que su aplicación en los nuevos tiempos es impertinente y retrograda para los propios neoliberales. Los “heterodoxos” son entonces la solución y por ello son auspiciados (premiados).Hace cinco años el pobre Milton Friedman, sumo sacerdote en décadas pasadas, fue públicamente desacreditado en la propia matriz del neoliberalismo: The World Economic Forum http://www.weforum.org/ en la sesión titulada: Repensar el capitalismo de mercado: “La crisis financiera actual impone nuevas dudas sobre la famosa teoría de Milton Friedman”. Dicho foro ahora impulsa con toda fuerza las “asociaciones público privadas”, cosa que es promocionada por funcionarios del ministerio de economía peruano, como buenos peones que son (¿O creían que esto había surgido aquí?).
Si bien en los centro hegemónicos mundiales se va consolidando la “heterodoxia”, es una tautología histórica que en la periferia haya rezagos muy fuertes. No es raro, pero sí muy triste, ver funcionarios del estado, repetir argumentos que ya nadie en su sano juicio defiende. Y si ello se traslada a docentes de diversas facultades de economía, la visión tiende a ser patética. Lo más tragicómico es escuchar a estos señalar a sus críticos como “marxistas”. (En nuestro caso, en SUR ya quisiéramos haber recibido alguna clase de marxismo, lamentablemente en los centros donde estudiamos esos cursos no se daban, ni tuvimos la oportunidad de discutir a profundidad los escritos de ese alemán ilustre); hasta en ello son parroquiales y limitados.
Desde diversas tiendas, desde hace más de una década, se está urgiendo a los economistas a que presten atención a los presupuestos ontológicos que ellos mismos formulan. Es decir «comprender la naturaleza de la realidad» que constituye el objeto de estudio –y en la necesidad de adaptar los métodos de investigación a dicha naturaleza. No lo hacen, aquí y allá muchos porque no saben qué significa ello; y otros porque no les conviene.
Un matemático, Tony Lawson, ha hecho hace más de una década críticas bastante interesantes a la economía neoliberal y que a la fecha no han tenido respuesta. Como cualquier persona con experiencia, Lawson señala que la economía es un conjunto de «sistemas abiertos»; pero los economistas insisten en tratar como si fuese UN sistema «cerrado». Las representaciones matemáticas en la economía neoliberal requieren el supuesto de cierre para que los modelos tengan soluciones determinadas. Y si a ello se agrega el afán de deducir las propiedades de sistemas complejos muy grandes a partir de un pequeño conjunto de axiomas, se tiene lo que se tiene. Un nigromante tiene axiomas más sólidos que un economista neoliberal.
Entonces, el año 2010 el Banco Central de Suecia premia al señor “heterodoxo” Chistopher Pissarides, en esa época también presidente de la Asociación Económica Europea y consultor en materia de políticas de empleo del Banco Mundial, la Comisión Europea, el Banco de Inglaterra y la OCDE entre otras labores. Paralelamente la Asociación Económica Europea administra otros tres premios en economía (Es decir, te premio y me premias…), y mantiene un programa amplio de captación de economistas provenientes de países excomunistas para capacitarlos en “libre mercado”.
Regresando a la aldea, el CIES, aquel consorcio que acapara el 90% del financiamiento en ciencias sociales, cuyos beneficiarios reales no son más de cuatro instituciones (todas privadas) trae a este señor Pissarides a hablar sobre “Los desafíos de la Eurozona y sus implicancias sobre la economía mundial y América Latina”, además le darán una medalla en el Congreso de la República, cosa que no sorprende; en la antigua costa de Guinea en África, diversos caciques premiaban y escuchaban con atención lo que decía cualquier traficante de esclavos; pero que también la facultad de economía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos lo haga, y le otorgue un “honoris causa” ya es de Ripley.
Para colmo en su publicidad colocan: «Primera vez que en la historia de la facultad estará un premio nobel”. El que escribió esa aberración – por su subordinado raciocinio- en esa facultad de economía ignora que no hay «premio nobel» en economía y que el señor Pissarides es uno de los promotores de la precariedad del empleo, de eliminar al trabajador estable (que en San Marcos hay muchos, algunos con más amor a la camiseta en comparación al limitado salario que reciben). Este señor “premio nobel”, le echa la culpa, del número de personas en situación de desempleo, al Derecho del Trabajo, cosa que en el Perú ya casi no se respeta.
En Grecia, en el 2011 este señor, subrayó la necesidad de adoptar medidas inmediatas y decisivas para tomarse como para luchar contra la burocracia, reducir las tasas de impuestos. Propuso que el sector público tiene que ser reducido a través de un programa de privatizaciones. Además, subrayó la importancia de los mercados de trabajo flexibles, educación ejecutiva, y el fomento de las instituciones educativas privadas.
En un país repleto de desempleados, subempleados y donde el derecho laboral está en funcion de intereses corporativos, premian y escuchan a Pissarides. Por favor.
Es como si el esclavo premiara al capitán del barco negrero. Si le cree, bien merecido está su traslado y su encierro.
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