«Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, …
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número…» Los Nadies, Eduardo Galeano
Hace unos meses unos conocidos exponían sobre “25 años del inicio del exitoso proceso de estabilización económica en el Perú”, y donde señalaban que “la inflación en el Perú es de las más bajas entre las economías emergentes del mundo”. Culminando con “La política monetaria con independencia del Banco Central de Reserva (BCR) ha cumplido un papel crucial en este campo”. Es decir no era sino un mitin cómodo de autosatisfacción rodeado de neófitos.
No enunciaremos las diferentes fallas estructurales y “intromisiones políticas” en el cálculo de la inflación. Cualquier ciudadano percibe que los precios relativos se han modificado ostensiblemente en más de lo que señala el BCR o el INEI. Lo que si no está demás señalar es que la inflación no es un fenómeno monetario, sino que es el resultado de intercambios reales y que ello se manifiesta en los precios de los bienes y servicios. Ello proviene principalmente de la estructura de la economía, del poder que tiene cada grupo o clase social. Y las instituciones están conformadas por personas, las cuales defienden intereses o el institucional (el adecuado) o los suyos (el normal) o los de los que les pagan (buen empleado) o los que creen que son los suyos (el idiota).
Hagamos entonces el ejercicio de compararnos con nuestros vecinos, y para ello utilizamos un indicador aceptable: el PIB per cápita por paridad del poder adquisitivo (PPA); dado que el poder de compra de un dólar varía según donde nos ubicamos. Uno mejor sería aquel que considere la degradación de recursos naturales o el impacto de la contaminación, más utilicemos lo conocido. Agreguemos en esta comparación a Cuba (Para que la cosa se ponga más interesante, chico). Y que los datos sean de una entidad como la del Banco mundial (es que somos generosos, como Jerjes con Ephialtes).
Y lo resultante nos explica que el Perú, en estos 25 años, sigue siendo lo que es, en esta lista con los vecinos y la «isla comunista», ocupamos el séptimo lugar de ocho. Y que el ingreso promedio de un habitante de la isla bonita es casi el doble que el nuestro. Que la ventaja de Chile se ha acrecentado a partir del 90 y no antes (producto de la gestión de la concertación y no de Pinochet). Que el venezolano promedio registra más que el brasileño y que ambos están mejor que los andinos centrales. Esto solo a nivel de monedas, un indicador que para algunos es el único relevante.
Pero como lo anterior no es suficiente, tomemos indicadores más concretos y verificables de manera simple y abierta.
Uno evidente es la estatura promedio, en 1997 la Organización Mundial de la Salud (OMS), comenzó el análisis sobre el crecimiento físico y concluyó que: Independientemente de la etnia y de la genética, todos los niños crecen a la misma velocidad en entorno óptimo: lactancia materna hasta los 6 meses y continuada con alimentación complementaria hasta los dos años o más, madres no fumadoras y bien nutridas, buena atención de salud, inmunización, condiciones ambientales adecuadas (agua, saneamiento), estimulación y afecto. Es decir lo que más influye en el crecimiento son la alimentación, el ambiente psicológico y social, la educación, etc. Lo que busca cualquier programa económico SERIO, realmente destinado para las mayorías.
La talla promedio de los peruanos a nivel nacional es 157 centímetros, siendo la talla media en los varones 164 centímetros, y en las mujeres 151 centímetros, según la encuesta realizada por la Dirección Ejecutiva de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (DEVAN) del Instituto Nacional de Salud (INS). En la alimentación las proteínas son lo que más condiciona al crecimiento, así como la alimentación adecuada del embrión, del recién nacido y del adolescente. Y esto depende del nivel de ingreso y la educación y salud de la familia (en especial de la madre).
El promedio ocultan las diferencias entre los sectores sociales; pero estudios recientes muestran que la asociación positiva entre el nivel socioeconómico y la altura alcanzada parece ser un patrón consistente y universal, los urbanos son más altos que los del sector rural, y las mujeres de grupos desfavorecidos son generalmente más bajas que el resto (Height of Nations: A Socioeconomic Analysis of Cohort Differences and Patterns among Women in 54 Low- to Middle-Income Countries. http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0018962)
Si queremos ser más exhaustivos podríamos colocar estadísticas de salud dental, comprensión lectora y matemática, medallas en competencias deportivas, o patentes industriales registradas; donde también nos mantenemos en la cola de esa muestra. Si esos son los resultados de 25 años de “estabilidad”, preferimos la “inestabilidad” ecuatoriana o boliviana.
Si a todo esto agregamos la calidad de la vivienda, que según el BID la mayoría de peruanos residen en una vivienda inadecuada, y que lo ubican como uno de los cuatro paises con los peores índices (Nicaragua, Bolivia, Perú y Guatemala); tenemos el panorama completo.
La gente que no quiere ver esto, prefiere levantar paredes: los más básicos, las levanta de concreto; los otros, las levanta con dogmas y teorías.
«Vista Hermosa», una población en la extrema pobreza ubicada en el distrito de San Juan de Miraflores, en Lima Metropolitana. Un muro de tres metros la separa de un barrio mesocrático.
¿Y cuáles son las perspectivas?
El ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de Perú sigue sustentando el “crecimiento” de la economía, exclusivamente en los sectores primarios (minería principalmente), tanto el BCR y el MEF se “lamentan” que “el impacto de la política fiscal ha sido limitado por la baja capacidad de ejecución de gasto a nivel subnacional” (léase Gobiernos Regionales, ojo con esto). Y “esperamos un aumento en la tasa de crecimiento de la economía asociado a la entrada en producción de proyectos mineros que dinamizarán las exportaciones primarias (Conga, Tía María, Las Bambas) y que se revertirán los problemas de gestión que han retrasado la ejecución de la inversión pública en el 2015”.
Tanto el BCR como le MEF coinciden en que para “recuperar una tasa de crecimiento elevada” se requiere la implementación de reformas que promuevan la inversión y la productividad, como es el caso de la reducción de trabas burocráticas y el exceso de permisos. ¿Se olvidan que el Perú tiene una legislación ambiental ya bastante laxa? Resumen, para estos señores los proyectos mineros antes citados, no solo van, sino tienen que ir. Y hay que liberalizar más aun el mercado laboral, y destrabar las limitaciones ambientales. http://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Programa-Economico/mmm-2016-2018-agosto-bcrp.pdf
Respecto al déficit en cuenta corriente, esperan bajar de 4% a 2% del PBI entre 2014 y 2018, principalmente por el “aumento en el volumen de exportaciones vinculado a los proyectos mineros que entrarán en operación en 2016 y 2017” (Léase, otra vez, Las Bambas, Conga y Tía María).
Como se vive en permanente déficit (¿símbolo de estabilidad?), es decir se gasta más de lo que se tiene, han decidido incrementar la recaudación (El déficit de 2,7% del PBI para el 2015, el que subiría transitoriamente a 3,0% el 2016. Sin embargo aquí hay varias contradicciones:
- La primera es que el Perú para el año 2014 recauda menos con respecto a su PBI comparado con sus vecinos, sólo el 18%. La Argentina (la señora Kirchner elevó la presión para los que más tienen, y por ello la tremenda campaña contra ella) recauda un 31.2%; Bolivia (labor de Evo y su equipo) 27.6%; Brasil 35.7%, Chile 20.2%, Colombia 20.2%; y Ecuador 19.4% (labor de Correa y su equipo); salvo Paraguay, ningún país sudamericano recauda menos que Perú. El promedio para Latinoamérica es de 21.3% y en el «club de los países ricos», es decir la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es de 34.1% (¡!).
- La segunda es que la estructura de impuestos es en el Perú inequitativa, dado que se basa principalmente en impuestos indirectos, aquellos como el impuesto general a las ventas (IGV).
Este gobierno “nacionalista” recibió a una participación del 42,3% por el impuesto a la renta (IR) sobre el total recaudado; en los últimos años esta ha ido decayendo; a pesar de ello el gobierno de Humala está ejecutando un plan de rebaja de la tasa del IR, iniciado este año y que continuará el 2017. Es necesario señalar que el impuesto a la renta (impuesto directo) está en función a la riqueza de las personas. Es decir, el plan de Humala y los que lo dirigen (obvio, dado que dudamos que sepa algo de economía) es ratificar ese plan de rebaja de impuestos para las empresas en los próximos años, incluso, a pesar de la sugerencia contraria del BCR ante la expectativa de menores ingresos del fisco.
La participación de lo recaudado entre las empresas en el impuesto a la renta sigue disminuyendo, antes de la gestión de Fujimori era de un 89%, el que renunció por Fax la dejó en solo 59%, Humala la recibió en 76%, y se estima que la dejará en 70% con tendencia a la baja. Es decir, las empresas contribuyen proporcionalmente cada vez menos que los individuos.
Para compensar el hueco que dejará el menor pago, estos funcionarios piensan expandir la base tributaria, es decir, que la supervisión sobre profesionales independientes, comerciantes y pequeños productores será cada vez sea más fuerte (no solo veremos más oficinas o tiendecitas cerradas, sino no sería extraño que puestos de mercado, ambulantes y moto taxis lleven pegado su cartelito de clausura puesto por la SUNAT).
La propia OCDE señala que en el Perú “la imposición a nivel personal sigue siendo relativamente baja, contribuyendo a reducir la progresividad del sistema tributario. Y que es necesaria una reforma tributaria que dote de mayor neutralidad y equidad al sistema tributario”.
Si los campesinos estuvieran mejor organizados, harían lo necesario para no recibir menos realmente por lo que producen. En otros lares, los alimentos se acomodan rápidamente a los cambios de precios. Si los trabajadores urbanos también estuviesen organizados, obviamente también harían lo necesario para levantar el “precio” de la mano de obra, y en especial el del salario mínimo, que actúa principalmente como referente para el resto de retribuciones laborales.
El Perú tiene uno de los menores precios por mano de obra de la región, y no cubre el 100% de una canasta básica de sobrevivencia (¿Será por eso que muchas peruanas y peruanas se van a otros lares?).
“Gracias” a la situación de los dos anteriores, entre otras causas, la “inflación” registrada y la real es inferior a lo que debería ser. Si tienes varios millones de personas que venden alimentos por debajo de su costo de producción y otros tantos venden su trabajo por debajo de su productividad, obviamente tienes promedios bajos. Y si son los directivos del MEF y BCR son tan capaces, porque no pueden hacernos disfrutar al conjunto de los bajos precios internacionales del petróleo, seguimos pagando el tercer mayor precio de la gasolina en toda la región. ¿REPSOL ofrece grandes aguinaldos por fin de año?
En Resumen:
- Todas las esperanzas de “recuperación” se basan en la explotación de minerales y en los proyectos que hoy tienen amplia conflictividad social. Para cualquier candidato conservador (o ridículamente conservador, ya que hay más de uno) que «triunfe»: “Tía María va, Conga va”
- Luego de 25 años, seguimos en el mismo puesto con respecto a los vecinos. Solo que más chatos y con un paisaje y medio ambiente modificado.
- Se espera que haya una real y mayor centralización, la propaganda sobre la ineficiencia de los gobiernos regionales (GR) va, desde hace rato, con fuerza. El argumento de la poca capacidad de gasto de los GR se contradice con las limitaciones que pone el propio MEF.
- En estos últimos 15 años, la gestión que más afectó negativamente los intereses de las mayorías, es la de Ollanta Humala. Esperamos sinceramente que él y su consorte cambien pronto de palacio.