La maniobra del anterior Secretario de Estado de los Estados Unidos, de utilizar al Presidente del Perú: Pedro Pablo Kuczynski, para constituir el Grupo de Lima, con el objetivo expreso de intervenir en Venezuela y provocar un cambio de gestión a favor de sus intereses, se ha ido directamente al espacio virtual donde terminará por desuso y será parte de las anécdotas de Felipillos y Malinches, numerosas en la historia de Latinoamérica. El grupo de Lima aglutina países como México (con Peña Nieto), Argentina (con Macri), Brasil (Con Temer), Honduras (con un impresentable ilegítimo), Chile, y Colombia, entre otros.

Rex Tillerson, conocido empresario petrolero, patrono de la Exxon Mobil, llegó al Departamento de Estado cuando Trump decidía:
- Construir un muro en la frontera con México;
- Tratar a Europa como a los hermanos pobres, con una crítica severa a la Unión Europea (UE) y a la OTAN.
- Un veto temporal a los inmigrantes de siete países de mayoría musulmana.
- Recuperar la mayor reserva de petroleo mundial: Venezuela.
En cuanto a Venezuela, Tillerson tuvo la iniciativa de utilizar un gobierno débil y subordinado como el peruano, para conformar un grupo que ejecute sus deseos. Pedro Pablo Kuczynski, un empresario con nacionalidad norteamericana, se prestó a dicha maniobra, ya que coincidía plenamente con dichas acciones, literalmente todo lo que hace tiene una retribución específica, entre ello, un tratamiento leve a sus acciones que constituyen un delito en diversos países.
La acción conjunta de los Estados Unidos y la banca suiza para deshacerse de la competencia del conglomerado brasileño ODEBRECHT, salpicó a su aliado peruano; destapando diversos hechos donde Kuczynski estaba involucrado, que provocaron acciones para intentar su vacancia a fines del 2017, meses después de constituido el Grupo de Lima. Ver https://surhoy.org/2017/12/17/good-bye-kuczynski/ .
Las posteriores acciones de Kuczynski para mantenerse en el poder, terminaron en su vacancia o destitución de facto. Comenzó con un indulto al genocida Fujimori, y culminó con un burdo proceso de compra de votos al interior del Congreso peruano (al estilo del PT Brasileño), operado por el hijo de Fujimori, y denunciado por la hermana de éste y lideresa de la facción mayoritaria del Fujimorismo. Keiko Fujimori ya había pasado a la historia de la ignominia, al reemplazar a su madre (torturada por su esposo Fujimori) como primera dama de la república.
Paralelamente, el creador de la obra: Tillerson, fue destituido de manera humillante y para la historia de lo grotesco, mediante un mensaje de Twitter, cuando éste volvía de un viaje por África. Fujimori renunció por fax, Tillerson fue mandado a su casa por Twitter, y Kuczynski obligado a salir por la puerta falsa .

En Venezuela, los opositores de Maduro, agrupados en ese movimiento “Voluntad Popular”, organización financiada por la NED y la fundación alemana socialdemócrata F. Ebert. (al igual que diversas ONGs latinoamericanas, entre ellas varias del Partido Socialista peruano), pidieron a los países del Grupo de Lima que pasen «de la palabra a la acción» e impongan sanciones contra el Gobierno de Nicolás Maduro, y habían programado reuniones de coordinación con el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro (realizada el 20 de este mes) y luego con los presidentes de México, Perú y Argentina. Lamentablemente, para ellos, Kuczynski no podrá recibirlos, simplemente porque ya no estará.
Kuczynski ya había hecho el ridículo internacional al “desinvitar” a Maduro, cosa que no tiene la potestad de hacer, ya que es solo un receptor y no decide por los convocantes. Luego trató de movilizar a recientes inmigrantes venezolanos en contra de la visita del presidente de Venezuela, ocultando el hecho que los peruanos en Venezuela duplican o triplican el número de venezolanos en Perú. La distancia que hay entre su Canciller, una poco capacitada periodista, y el honorable Raúl Porras Barrenechea, el peruano que siendo de derecha, se opuso a la intervención norteamericana en Cuba; es similar a la que existe entre la constelación Osa menor y el planeta tierra.
La Cumbre de las Américas, que vería LA CORRUPCIÓN Y LA GOBERNABILIDAD (no es broma) que se daría en abril del 2018, queda en suspenso: Sus aliados Macri de Argentina y Santos de Colombia habían señalado que no irán a dicha cumbre si su amigo no se mantenía en el cargo; y si se da, Kuczynski la verá desde la cárcel o desde algún punto en Estados Unidos.
Perú queda con una gestión debilitada, y lo cómico es que los defensores de la moralidad en ese país, hoy en día, son los grupos fujimoristas y el APRA (socios y con las mismas costumbres del PRI mexicano, y Voluntad Popular de Venezuela); con el agravante que conocidos testaferros del narcotráfico han organizado otros partidos políticos, algunos con participación en el actual congreso de ese país. Perú lograría el extraño record de tener a sus últimos cinco presidentes con condenas explicitas o perseguidos por la justicia. Una sociedad que debe cambiar urgentemente a esa casta política, siempre muy solícita a los designios de los Estados Unidos y la banca internacional.
El fantasmal Grupo de Lima, podría ser reemplazado por uno novel grupo de Santiago; sin embargo Piñera esta muy ocupado frente a la excelente maniobra de Evo en La Haya. Una victoria de facto para Maduro, Castro y Evo, en el Caribe se debe estar destapando varias botellas de ron.
