El reformismo extravagante de una izquierda peruana

Era uno de esos innumerables pobres hombres, de esos testarudos ignorantes que se apasionan por cualquier tendencia de moda, para envilecerla y desacreditarla en seguida. Estos individuos ponen en ridículo todas las causas, aunque a veces se entregan a ellas con la mayor sinceridad”. Fiódor Dostoyevski

Hay personas que apuestan por cambios y mejoras graduales en los ámbitos de la sociedad, con especial énfasis en los “aspectos sociales” que los separan deliberadamente de los que consideran “económicos”. En el Perú, a ese conjunto de individuos con esas “sinceras” intenciones se los podría aglutinar en la socialdemocracia. Y hay grupos socialdemócratas claramente autodefinidos y afiliados a la Internacional Socialista (IS) como el APRA, donde se codea amigablemente con Acción democrática (AD) de Venezuela (de Carlos Andrés Pérez, el padrino de Alan García), el PSOE de España y el PRI de México; que podrían ser calificados de todo, menos de izquierda.

Pero también hay otros que en su discurso y en los hechos se enmarcan dentro de esta corriente, y que se si se autocalifican de izquierda y que utilizan a neófitos con ganas de realizar cambios reales, en sus luchas que se circunscriben al campo electoral. Con la ingenuidad o ignorancia de que un cambio electoral propiciaría (a corto o largo plazo) un cambio en la estructura social (incluyendo la económica) de un país tan desigual como la república peruana.

La Alianza Juntos por el Perú, que agrupa principalmente al minúsculo Partido Humanista, pero que es propietario de la valiosa inscripción para las siguientes elecciones, al Partido Comunista del Perú Patria Roja, al grupo mesocrático de Ciudadanos por el Cambio (en proceso de fusión con la agrupación Fuerza Social), al Partido Comunista Peruano y otros de menor cuantía, han lanzado una triste convocatoria al grupo Nuevo Perú, donde le ofrecen trabajar por la construcción de una propuesta en función a las próximas elecciones; y donde incluso le han ofrecido la Presidencia  y Primera Vicepresidencia en la lista de candidatos.

Como ya lo señalamos en: https://surhoy.org/2019/08/08/la-izquierda-peruana-a-agosto-del-ano-2019/

La mayoría de los dirigentes de Nuevo Perú, proviene del fantasmal Partido Socialista (PS), y trabajan o están relacionados con ONGs que reciben financiamiento de la NED y de fundaciones ligadas a Soros (como Open Society) e incluso participan sin escrúpulos en licitaciones del USAID. La relación del PS con el PT brasileño es de larga data; y su líder histórico fue promotor de la carretera interoceánica, con los ya conocidos constructores.

Sus actuales congresistas, votaron a favor del viaje del actual presidente de la república: Vizcarra, para que asista a una conferencia internacional sobre la “democratización en Venezuela” y varios de ellos han calificado de dictador al presidente actual de la república bolivariana. Su congresista más visible fue mano derecha de la procesada alcaldesa de Lima, Susana Villarán, anti marxista y enemiga del proceso cubano en esencia. Su candidata a la presidencia, Mendoza, fue asistente de la procesada Nadine Heredia, y ha viajado a diversos países con apoyo de fundaciones norteamericanas”. 

Y Nuevo Perú apoya de facto el accionar del actual presidente del Perú, a pesar de su ambivalencia comprobada en la gestión de conflictos sociales, y su subordinación estrambótica a los Estados Unidos a través del Grupo de Lima, que no ha conseguido ni un solo triunfo.

Aquí la carta que envían con fecha del 19 de agosto del presente mes.

Esta carta fue recibida por el Secretario General de esa agrupación

Alianzas pragmáticas se pueden tolerar en escenarios más o menos homogéneos, con consensos de largo plazo y donde las diferencias sociales y los conflictos que ellos conllevan, no sean unos tan vívidos y otros más latentes. El Perú es una sociedad multiétnica extremadamente centralista y excluyente; donde la similitud de intereses entre un awuajun del nororiente amazónico es tan similar a la de un aimara del altiplano; como lo es la de un finlandés con un vietnamita; salvo en la percepción que tienen del estado peruano, como un “ente de otros” en su territorio. Y donde el acceso a la educación y a la salud es concebido como un “servicio» por el cual hay que pagar, en vez de ser un derecho. En tal escenario, unos “izquierdistas” proponen un pacto a un grupo que ya participó en el gobierno de Humala y no trajo ni el más mínimo cambio para las mayorías del Perú, eso sí, un proceso acelerado de ingresos. Cosa que podría ser el interés real de algunos de los miembros de esa alianza: lucrar con la administración del estado con la promesa de cambio. Cosa que hacen otras agrupaciones de emergentes, pero con más burda honestidad. Todo esto aunado a un contexto internacional que clarifica que el “mercado libre” solo fue un modelo, y que la fuerza interna es la única garantía de respeto.

A manera de comparación entre estos socialdemócratas y otros que si son de izquierda, se puede poner parte de la declaración que firmaron hace unos días el Partido Comunista de Venezuela (PCV), el grupo Resistencia Para la Liberación (RPL) de Argentina, el Movimiento Caamañista (MC) de la República Dominicana, el Partido Comunista Brasileño (PCB), y el Partido Comunista Paraguayo (PCP) donde se señala:

Exhortamos a todas las organizaciones políticas populares revolucionarias y movimientos sociales a tensar sus filas, a practicar la unidad de acción, a promover y acompañar el torrente de rebeldías de todas las fuerzas antiimperialistas, anticapitalistas y anti-patriarcales para asumir en unidad este trascendente e inaplazable compromiso.

No hay razón para conciliar. No hay espacio para la genuflexión reformista. Es momento de fecundar los combates liberadores en defensa de la humanidad, la naturaleza y el planeta tierra. No existen razones para renunciar a ninguna forma o modalidad de lucha, y si muchas para combinarlas todas junto a todas la indignaciones, rebeldías y liberaciones.

Es anti-histórico e inaceptable renunciar a la lucha de clases y a la liberación nacional. La emancipación nacional necesariamente está unida indisolublemente a la emancipación social”. (MCB, 27 de Julio del 2019)

Qué lejos de ésta exhortación está aquella izquierda peruana, y qué lejos está también de la historia, son previsibles sus resultados electorales, e incluso es probable que los de Nuevo Perú, no acudan a su llamado y de lo extravagante ya pasen al ridículo.  

Óleo De Benjamín Solari Parravicini, que si merece un marco.

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