«Masacre en Colombia», óleo de Fernando Botero
En un libro de cuentos muy interesante[i] hay una narración que hemos actualizado:
“Los oligarcas de cierto país sudamericano se reúnen preocupados por el peligro que representa el creciente número de proletarios. Uno expone: Como van las cosas, algunos estudiarán lo suficiente, impidiendo que las campañas de mercadeo y la televisión basura los puedan seguir manteniendo como idiotas. Otro señala: Se los debería mandar a colonizar o invadir territorios de pueblos originarios para que se entretengan peleando entre ellos. Uno mayor dice: Eso solo agravaría a mediano plazo las cosas dado que el mestizaje haría que los ignorantes colonos tomen conciencia a través del reconocimiento de prácticas ancestrales. Uno muy formal expresa: ¡No basta haber quitado los cursos de historia en los colegios ni reducido el presupuesto de las universidades estatales, hay que promocionar más el emprendedurismo, donde a estos miserables se les hace creer que van a ser gerentes! (risas generales). Otro agrega: Ok; pero se siguen reproduciendo. Uno más experimentado señala: Y qué tal si hacemos una gran campaña de ESTERILIZACIÓN, en alimentos, en programas de salud, etc. Todos voltean y comienzan a celebrar y alabar la excelente propuesta. Un anciano patrono se levanta y dice: Si eso tiene resultado ¿Quién va a trabajar para nosotros? Varios presentes golpean la mesa diciendo: Esos hijos de puta siempre se salen con la suya”.
Solo los estamentos que saben administrar adecuadamente una sociedad capitalista se mantienen en el poder. Y ello significa hacer creer a los grupos subordinados que el SISTEMA funciona para todos, y no solo para ellos.
En los últimos dos siglos, en Latinoamérica ello ha significado además, que acepten mantener una alianza tácita y subordinada con los imperios hegemónicos de turno: español, francés, inglés o norteamericano. Los proyectos más exitosos se han dado en aquellos estados que han podido resolver viejas heridas producidas por guerras civiles o etapas de violencia política extrema.
Entonces, una gestión que defienda bien sus intereses, debe hacer lo posible para que el sistema judicial se MUESTRE equitativo, aunque no que lo sea. Así las criticas pueden ser dirigidas a individuos (jueces, fiscales, policías) y los ingenuos crean que cambiando a las personas se resuelven las cosas. Ello también implica ser poco tolerante con ciertas prácticas discriminatorias, aunque internamente se sepa que solo los elegidos deciden lo relevante.
Sin embargo, hoy en día, los grupos que ostentan que han accedido al gobierno no solo posponen problemas, también trabajan en contra de sus propios intereses, potenciando eventos que tarde o temprano les costará su remoción.
Como ejemplo se puede citar un caso extra regional: El de Corea. En 1954 el dictador del sur Syngman Rhee ofreció sin solicitud previa enviar efectivos a Vietnam “para colaborar en la lucha contra el comunismo”, en 1965 con la llegada de los marines norteamericanos, arribaron también tropas surcoreanas, convirtiéndose en la segunda fuerza combatiente. Un total de 312 853 coreanos sirvieron en Vietnam, principalmente como guardias de instalaciones o cuerpos de ocupación. Su pésima fama es recordada hasta la fecha. Una vez repatriados, estos “veteranos” se han convertido en una de las principales fuerzas opositoras a la reunificación de los dos estados. Una inadecuada gestión, hace que la paz en Corea se mantenga en el limbo y con la posibilidad de una conflagración mundial pendiente de un hilo.
Soldado coreano y vietnamitas aterrados
De igual manera, mientras amplias capas de la población en Latinoamérica carecen de servicios básicos; diversos condenados, por crímenes de lesa humanidad, disfrutan de “cárceles doradas” donde abundan los privilegios y la infraestructura de confort, que ya quisieran disfrutar la mayoría de ciudadanos, como son los casos de:
- Argentina.- La prisión conocida como Unidad 34 de Campo de Mayo, ubicada en Buenos Aires, tiene un área de ocio con canchas de fútbol y de voleibol.
Ingreso a la «cárcel» de Campo de Mayo, Buenos Aires
- Uruguay.- El centro de reclusión especial de Domingo Arena, dispone de aire acondicionado, grandes televisores y cable «premium», además de sala de juegos y otros.
- Chile.- El centro de Punta Peuco tiene instalaciones que incluyen cancha de tenis, zona de asados o barbacoas, sala de estar también con cable “premium”.
«Penal» de Punta Peuco – Chile
- Colombia.- El fuerte de Tolemaida, parece un club campestre antes que una cárcel para militares.
- Perú.- En una instalación de 10,050 metros cuadrados, que incluye un departamento privado de 800 metros cuadrados, con sala de arte y de visitas, playa de estacionamiento para militantes y visitas, se encuentra internado un único preso: Fujimori (el séptimo gobernante más corrupto de la reciente historia mundial). Con 8 personas a su disposición.
Villa 31 de Buenos Aires, foto de Fernando Massobrío
Campamento en Chile
Si la mayoría de Latinoamericanos viviera en instalaciones parecidas a una finca suiza, no habría la mínima crítica; pero no; la manutención de estos privilegios cuesta al erario público más de 100 salarios mínimos en el menor de los casos. Y paralelamente millones de compatriotas (de la patria grande) se hacinan en espacios sin los mínimos servicios.
Zona urbano marginal de Lima Metropolitana
Si no fuese esto suficiente, diversos procesos hacen que las condenas se diluyan, como el caso del 2X1 argentino[ii], o el sistema de «libertad vigilada». Siendo el caso más bochornoso el del «arresto domiciliario». Cosa que haría que la condena (con lo que ello representa) sea solamente una etiqueta. En Perú diversos grupos están presionando para que el condenado Fujimori sea trasladado a su domicilio, o lo que es peor: que sea indultado.
¿Bien para los que proponen eso?
A corto plazo, si cada estado fuese una isla, podría ser beneficioso; pero Latinoamérica no está constituida, en su mayoría, por estados aislados, menos independientes. El otorgar privilegios a genocidas que usufructuaron para sus clanes el tesoro público; simplemente manda el inmediato mensaje que el sistema judicial solo aplica sus leyes a los sectores menos pudientes, a los pobres o los que no tiene algo de poder. Es decir solo es efectiva contra los “indios”, “nacos”, “rotos”, “negros” o “cholos”. Si ello se agrava con la libertad de facto o un indulto, significa que: si se accede al poder, literalmente se puede hacer lo que uno quiera, dentro de los márgenes que te pone el imperio, es decir evidencia lo que manifiestan desde hace décadas las propuestas comunistas («¡horror, los marxistas tenían razón!»).
Ante tanta torpeza (para con ellos mismos), solo atinarán a golpear la mesa, luego de haber invertido en propuestas como fue la de las esterilizaciones forzadas a campesinos y pobladores de los barrios marginales en Perú, promocionada, para variar, por USAID[iii] entre otras agencias.
Manifestación de jóvenes en Lima contra las esterilizaciones realizadas por Fujimori
Por ello el hegemón de turno, verá que es mejor intervenir indirectamente para que se los reemplace, dando la imagen de cambio; pero para que todo siga igual.
Ilustración de Pawel Kuczynski
[i] Cuentos sociales de ciencia ficción, de Juan Rivera Saavedra, Editorial Horizonte. Lima.
[ii] La Corte Suprema de Justicia de la Nación en Argentina, el 3 de mayo de 2017, admitió que los criminales condenados por delitos de lesa humanidad puedan computar doble el tiempo que estuvieron detenidos antes de ser condenados, a partir de los dos años de prisión preventiva.
[iii] http://grancomboclub.com/2011/02/las-esterilizaciones-forzadas-de-usaid-unfpa-y-la-fundacion-japon.html