Una pésima noticia para la Socialdemocracia mundial: Sanders renunció

Pertinente ilustración de Pawel  Kuczynski

De un tiempo a estos días, la prensa “progresista” y los directivos de ONGs (financiadas por fundaciones de occidente), han estado promoviendo las virtudes del señor «Bernie» Sanders, como posible presidente de los Estados Unidos. Era el posible Mujica (sin cárcel y sin lucha) de Norteamérica; el nuevo Allende (sin compromiso ni coraje y sin el general traidor al lado) de “América”.  Se promocionaba sus propuestas como la de Medicare (el seguro médico) para todos los ciudadanos, su “justa” oposición a la Ley Patriota (aquella que restringe las libertades y garantías constitucionales tanto a estadounidenses como a extranjeros), su bien publicitado apoyo a legalización del consumo de la marihuana y los derechos del sector LGBT, y el regreso de los EEUU al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (todo muy light y muy similar a las propuestas de grupos análogos latinoamericanos).

Incluso, los sectores socialdemócratas y liberales al interior de los gobiernos de Cuba y Venezuela lo veían como el salvador que resolvería los conflictos entre ellos y el imperio en decadencia.  Como si las personas fuesen protagonistas de la historia y no los grupos sociales y sus intereses. Y para colmo, algunos partidos “comunistas” latinoamericanos citaban sus propuestas. Y le perdonaron (o no se enteraron) que hace unas semanas haya señalado que Maduro era un tirano; cosa coherente ya que apoyó las sanciones contra Venezuela.  Atilio Borón, ligado al Partido Comunista argentino, incluso, opinó ingenuamente que Sanders no apoyaba las sanciones.

Y es entendible que un poblador de una sociedad capitalista, al no poder acceder a educación e información adecuada, opine en favor de aquellos que lo obligan a seguir viviendo como vive; pero no es justificable que personas que sí han podido conocer cómo funciona el mundo, opinen que resolviendo algunas distorsiones inherentes al modelo: corrupción, exclusión, eurocentrismo, y normas hechas a discreción, se pueda dar a las mayorías acceso real a derechos. Como si los temas estructurales se solucionaran con cambio de administradores

Por ello, Stalin, dijo: “la socialdemocracia es el puntal ideológico del capitalismo. Lenin tenía mil veces razón al decir que los socialdemócratas son verdaderos agentes de la burguesía en el seno del movimiento obrero, … que, en la guerra civil entre el proletariado y la burguesía, se colocarán inevitablemente al lado de los segundos contra el pueblo[i]”; y ello no ha cambiado, ingentes grupos de la socialdemocracia en Latinoamérica se autodenominan de izquierda y fracasan incluso cuando logran la presidencia de algunas repúblicas, donde no intentaron cambiar estructura alguna (caso del PT brasileño: https://surhoy.org/2018/04/06/san-lula-patrono-de-los-ingenuos/) o donde creyeron de manera ilusa que no era necesario preparar al pueblo para una agresión que de todas maneras iba a venir (caso MAS boliviano:https://surhoy.org/2019/11/11/bolivia-ingenuidad-o-descuido/)

Regresando a Sanders, obviamente, como orgulloso judío, apoya a Israel, y señala que los líderes palestinos son corruptos. Y propuso que los 3,800 millones de dólares que recibe Israel anualmente (como 575 US$ para cada israelí judío al año) debería reestructurarse (no dejar de donar) para llegar a una “mejor gestión”; sin contar los 38,000 millones de dólares en ayuda militar solo para el 2018. Con esa “ayuda” cualquier estado presenta los indicadores que quiera. Sanders de padres polacos y rusos ya había vivido y trabajado como voluntario en un kibutz cercano a Haifa, uno de inmigrantes eslavos progresistas.

Biden y Sanders

Ahora felicita a Joe Biden, el candidato demócrata único, a quien calificó como un “hombre muy decente”. Claro, Biden fue el entusiasta promotor de la llamada Ley contra el Crimen[ii], la cual estableció “nuevas” faltas que podrían ser castigadas con la pena de muerte, y la eliminación de la educación superior para internos. Resultado: La violencia no cambió, solo se tiene encarcelamiento masivo y mayor hacinamiento, donde los presos latinos y afroamericanos son la mayoría. Biden fue, también, el promotor de la intervención de los Estados Unidos en los Balcanes, que incluyó el bombardeo de la OTAN sobre varias ciudades de la entonces República Federal de Yugoslavia. El ataque fue iniciado unilateralmente por Estados Unidos sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, una violación más de la Carta de las Naciones Unidas que produjo tantas víctimas como fallecidos tiene hoy los EEUU por el coronavirus.  No es que Biden sea la antítesis de Trump, solo es otro administrador con menos fortuna y autoestima, su hijo Hunter Binden está comprometido “profundamente” en el tema ucraniano[iii] curiosamente desde que su padre era Vicepresidente en la gestión de Obama y tiene una vida con más escándalos que el propio Trump.

Bombardeo norteamericano a áreas civiles en la antigua Yugoslavia

Sanders acumuló bastante con las campañas presidenciales, apoyado por gestores que recaban dinero para él a través de ONGs. Uno solo de varios, Michael Whitney, que trabajó para Oxfam, Plan International y Amnistía Internacional, recaudó para su jefe nada menos que 218 millones de dólares en la campaña del 2016.  Sanders ahora pertenece a ese grupo del 1% de las personas que son los mayores contribuyentes. Y tampoco es el más radical de los senadores demócratas, hay otros, como Elizabeth Ann Warren, que tienen propuestas más elaboradas para hacer de ese país menos excluyente; pero ninguno propone un cambio de estructuras.

El derrocamiento de Evo Morales, el fracaso del PT, el bloqueo permanente a Cuba, Venezuela, Irán y otros; las restricciones y robo de insumos para combatir la pandemia del COVID 19, la ocupación de campos petrolíferos en Siria y las sanciones a cualquiera que vaya en contra de los intereses norteamericanos, muestran que: La única manera de hacerse respetar y gestionar un cambio real de estructuras es disponer de una organización se enfoque en la seguridad alimentaria y sanitaria, y la construcción de un aparato de defensa, capaz de disuadir intentos que quieran interferir en lo programado. Sin ello, toda propuesta de cambio es una quimera (salvo enriquecer o proporcionar privilegios a esos “promotores”). Todo proceso que no se sabe defender merece desaparecer.

Uno que cree en la socialdemocracia, ilustración de  Pawel Kuczynski

[i] V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo (v. Obras Completas, t. XXII.)

[ii] Violent Crime Control and Law Enforcement Act of 1994

[iii] Hunter Biden fue nombrado miembro de la Junta Directiva de la muy reciente Burisma Holding, con una dieta de 50.000 dólares al mes. Dicha empresa explota las reservas de gas natural de Ucrania y controla un tercio de la producción privada de gas de ese país. Hunter comparte directorio con el socialdemócrata y ex presidente polaco Aleksander Kwaśniewski, y Joseph Cofer Black, un ex agente de la CIA especializado en operaciones encubiertas.


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