ANÁLISIS POLÍTICO Y ECONÓMICO

Si hay una práctica que está en claro cuestionamiento a nivel mundial es la economía, y en particular la economía neoliberal.  Curioso es ver a sacerdotes de esta práctica predicando la importancia de someter las teorías a contrastación empírica; pero jamás cumplen con los cánones metodológicos que declaman. En 1983 Alexander Rosenberg le daba el primer puntillazo en el espacio occidental, con su artículo: ¿Si la economía no es ciencia, qué es? De esos años a la fecha cada vez es más amplio consenso que la economía neoliberal es una  teoría con limitada capacidad explicativa y una nula capacidad predictiva. Si  no se superan (el fracaso es casi seguro) dichas limitaciones, la economía (la “macroeconomía” en especial) pasaría tarde o temprano a ser un conjunto de cátedras dentro de la Ciencia Política, y las cursos de finanzas a la administración de negocios; y los “economistas” en el futuro serán percibidos como hoy damos crédito a los astrólogos o a los lectores de cartas del Tarot.

Lo triste, típico de la colonia donde vivimos, es ver cómo docentes y analistas repiten los dogmas simples de la teoría del equilibrio general –epítome del análisis económico- la cual no genera ninguna predicción útil. Y si sus efectos se restringieran a sus caducas cátedras, solo generarían sonrisas, más ello no es así, sus efectos son de alta incidencia,  y comprometen no sólo nuestro futuro sino también el de las próximas generaciones. Y los tratados comerciales propugnados por los Estados Unidos, en función a los intereses de sus grandes corporaciones, son una muestra real y fatídica de todo ello.

La gestión de Obama ha lanzado, bajo el auspicio privado, tres grandes acuerdos comerciales:

• Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés)
• Asociación Trasatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés)
• Tratado de Comercio de los Servicios (TISA, por sus siglas en inglés)

Los ingenuos teóricos de la economía tratan de separar la decisión o intencionalidad política de las “explicaciones técnicas”; en círculos de neófitos puede sonar “muy profesional”, pero en círculos de  gente que toma decisiones, ello no solo es ridículo si no necio, ya que TODOS saben que TODA ACCIÓN CORPORATIVA TIENE UNA INTENCIONALIDAD POLÍTICA EN FUNCIÓN A  INTERESES DETERMINADOS.

El TPP

La China  y el Partido Comunista que la gobierna, manifestaron en un inicio, que el TPP era un acuerdo para cercar comercialmente a la China (Y de paso aislar por completo a Corea del Norte), en esa circunstancia, comenzaron a organizar su propio acuerdo: la Asociación Económica Integral Regional (RCEP).

PAÍSES INVOLUCRADOS EN CADA TRATADO

El RCEP tiene mayores posibilidades de consolidarse a largo plazo. Y los chinos, no se hacen muchos problemas al respecto, tal como lo señalan en este artículo China Economic Herald: http://www.ceh.com.cn/llpd/2015/10/871511.shtml

Sin embargo, para países como el Perú o Chile, el TPP favorece en gran medida a la industria de los servicios, (norteamericanos, por supuesto). En los servicios se ocupa la mayor proporción de empleos privados  de la economía estadounidense. Ellos mantienen y consolidan mediante este tratado su ventaja competitiva en servicios financieros, de ingeniería, de software, de educación, de asesoría legal y tecnología de la información. Un anacoreta económico dirá ¿Pero si los servicios no pagan aranceles? obvio; pero en la legislación local hay un sinfín de leyes y reglamentos que protegen y supervisan a las empresas nacionales de este tipo; con el TPP se verá pronto múltiples modificaciones importantes en las normas destinadas a este rubro.

El TPP tiene un énfasis claramente privatizador, desincentiva los negocios operados por el Estado, incluyendo posibles acciones legales ante la “competencia” de una empresa estatal. Por ello PETROPERU en Perú o CODELCO en Chile se encontrarán en una posición más débil de la que hoy tienen.

El TPP brinda protección (vaya contradicción neoliberal) a las empresas de la  industria farmacéutica, que se verá reflejado en los precios que paga la población; restringe el uso de genéricos y amplía la vida de las patentes. Si ya el servicio de salud es oneroso, a la hora de adquirir los medicamentos las opciones se reducirán aún más, los sectores de bajos ingresos, que son mayoritarios, accederán cada vez menos al derecho de salud en términos reales.

Este tratado se trabajó de manera SECRETA, sin consulta alguna, violando los principios de una democracia participativa. Si a alguien detestaban  Mandela, Gandhi, Bolívar, o Martin Luther King; no era al jefe contrario que masacraba a sus huestes; dichos contrarios defendían sus intereses; detestaban a los cipayos, que apoyaban a dichos contrarios, a esos “negros de la casa grande”; que por dinero o ignorancia (o una combinación de ambos) operaban contra sus propios hermanos. En Atlanta, el 5 de Octubre de este año una ideologizada Magali Silva (Ministra de Comercio de este “digno” régimen de O.Humala) a nombre de la República Peruana anunció el “éxito” del TPP y se la vió aplaudiendo por su labor; algunos conocidos profesores de economía de la Universidad del Pacífico no deben estar muy orgullosos de lo logrado por esa ex alumna; mientras tanto desde nuestro lado merece un respeto similar al que Leónidas de Esparta le da a Efialtes.

Y siguiendo con los secuaces, nos causa gracia,  cuando se habla de corrupción entre los funcionarios públicos como si en los Estados Unidos no hubiera lo mismo, al contrario, ahí las tarifas son más altas (obvio, por tamaño de mercado), el  12 junio de este año,  la Cámara norteamericana votó a favor del  polémico proyecto de ley que da poder al Ejecutivo para negociar tratados (TPA), lo cual limita la capacidad del Congreso para modificar los  acuerdos comerciales y los somete a una discusión por  90 días, donde solo se puede dar un voto a favor o en contra. Paola Casale publica un excelente análisis donde describe cuánto dinero recibió cada congresista por su voto en esa ley:  http://www.opednews.com/articles/Almost-200-Million-Donate-by-Paola-Casale-Banking_Congress_Control_Corporations-150620-523.html ; si los congresistas de Perú y Chile dan vergüenza ajena, los de Estados Unidos generan mayores cosas.

Lo tragicómico es  la posición de algunos congresistas de “izquierda” de Perú, incluyendo alguna candidata a la presidencia; sus conocimientos de las implicancias del TPP son tan “amplios” como cuando votaron a favor del ingreso de las tropas norteamericanas al país. En la Roma imperial la guardia pretoriana puso a un pelele de emperador, así podían hacer lo que les venga en gana, esta situación se repite en el Perú cotidianamente.

En una próxima oportunidad, trataremos específicamente de la Asociación Trasatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), hecha en contra de Rusia, y el  Tratado de Comercio de los Servicios (TISA, por sus siglas en inglés) que nos deja más indefensos y viola nuestra privacidad de manera evidente. Obviamente, para aquellos que no saben qué significa dignidad, esto les parecerá conspirativo. Qué se puede hablar de libertad a un esclavo contento con su patrón.